¿Por qué?
Las nuevas tecnologías facilitan la copia de contenido.
El copyright es un concepto legal para asegurar la exclusividad en el derecho de copiar contenido.
¿Por qué?
El contenido puede ser considerado como un producto.
El derecho de autor es un concepto legal para atribuir a un autor el copyright del contenido que produzca.
¿Por qué?
Para que el copyright pueda ser considerado como un producto.
¿Por qué?
Si algo es valioso, quien más gana es el intermediario, el encargado de la distribución.
Es una gran ventaja asegurar la exclusividad en la distribución.
Cuando alguien produce contenido, si su valor de distribución es alto, el intermediario tenderá a asegurar la exclusividad de su servicio.
El derecho de autor es un producto que el distribuidor le compra al autor para asegurar esa exclusividad.
El distribuidor defiende el derecho de autor para asegurar que ese producto siga existiendo.
El concepto de derecho de autor no ha existido siempre. Cuando aparecieron impresores que reclamaban a perpetuidad la exclusividad en la copia de los libros que habían adquirido de los autores, los gobiernos establecieron leyes con plazos menores (en el siglo XVIII). Desde entonces se ha jugado de esa manera.
¿Cuál es el problema?
El contenido, a pesar de que le han dado ese nombre, es contenedor de conocimiento. Las limitaciones comerciales para la distribución de productos, cuando son aplicadas a contenedores de conocimiento, limitan la distribución de conocimiento.
Antes, el conocimiento se difundía lentamente, principalmente de manera oral. Cuando apareció la imprenta, el conocimiento se pudo difundir principalmente por vía escrita. Eso facilitó que se empezara a considerar al contenedor de conocimiento como un producto comercial.
¿Es el conocimiento un producto comercial?
En un mundo ideal, las obras contendrían como referencia los nombres del autor o los autores que contribuyeron a su creación. Porque eso es útil para contactarlos, documentar su desarrollo, mejorar el conocimiento.
Actualmente, si la preocupación por los autores fuera sincera, se defenderían más bien derechos de atribución, para asegurar que la contribución de cada autor figure en la obra y sus derivados.
Pero lo que se defienden son cosas que permitan exclusividad comercial del contenedor, aún a pesar de que eso limite el libre desarrollo de lo que contienen, que es el conocimiento.
Lo saben los autores de libros y música, que realmente reciben bajas comisiones de parte de las distribuidoras. La mayor parte va siempre para el intermediario. Por eso, algunos autores están optando por auto publicarse o usar canales de distribución menos onerosos. Incluso, el propio autor debe pedirles permiso para citarse a si mismo.
Hubo un tiempo, reciente, en que la distribución comercial fue aliada de la distribución de conocimiento. Porque no estaba al alcance de la mayoría imprimir un libro o editar un disco. Pero la tecnología ha avanzado y ahora tenemos el poder de hacerlo. Ahora podemos contribuir a la distribución de conocimiento.
Eso significa el final de una era para los distribuidores. Tendrán que descubrir o inventarse nuevos roles. Sin embargo, lo que hacen muchos es usar sus recursos para tratar de salvar su antigua forma de vida lo más que puedan.
Hubo un tiempo, reciente, en que la distribución comercial fue aliada de la distribución de conocimiento. Porque no estaba al alcance de la mayoría imprimir un libro o editar un disco. Pero la tecnología ha avanzado y ahora tenemos el poder de hacerlo. Ahora podemos contribuir a la distribución de conocimiento.
Eso significa el final de una era para los distribuidores. Tendrán que descubrir o inventarse nuevos roles. Sin embargo, lo que hacen muchos es usar sus recursos para tratar de salvar su antigua forma de vida lo más que puedan.
La opción extrema, es renunciar al copyright y usar el copyleft. Es decir, salvaguardar el derecho de atribución, pero permitir la libre distribución y modificación de la obra, con la condición que cada copia y sus derivados tenga también el mismo copyleft.
Así es como el software libre ha podido hacer tantos ciclos de desarrollo y lograr avances notables comparados con las alternativas con copyright. Así es también como Wikipedia dejó fuera a MS Encarta e incluso a la Enciclopedia Británica. Así es como el conocimiento se abre paso.
El conocimiento merece que veamos más allá de su aspecto comercial, que ha sido como el bote que ha permitido llegar a esta playa. Porque es la búsqueda del conocimiento la razón de todo lo que nos trae hasta aquí. Deberíamos honrarlo, respetarlo, cultivarlo. Dejar que sea libre y nos lleve a donde seamos capaces de ir.
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