2017/06/30

Problemas vs Tareas


Resolvemos problemas cada día. Pero a veces no sabemos qué lo estamos haciendo, ni cómo. Y otras, nadie parece valorarlo.

¿Qué es un problema? Algo cuya solución no es evidente.

Si la solución fuera evidente ya no sería un problema, sino una tarea.

Por ejemplo, si fuera un pintor, tengo los utensilios y la habilidad para pintar tanta area de pared cada hora, ¿cuánto me demoraré en pintar cierta pared?, pues tanto tiempo. El camino es conocido y está libre. Es una tarea.

En cambio, sería un problema si alcanzar alguna parte de la pared no fuera evidente.

O, si en lugar de ser un pintor de brocha gorda tuviera que pintar un retrato. ¿Qué espera mi cliente?, ¿cuál será la pose adecuada para esta persona?, son preguntas cuya respuesta no es evidente. Es un problema.

Lo evidente

¿Qué es evidente? Depende de tus conocimientos y habilidades. Algo evidente para una persona puede no serlo para otra.

Cuando pagas con un billete algo que cuesta menos, es evidente para un adulto que le tienen que dar vuelto. Pero no es tan evidente para un niño que está aprendiendo a comprar en la calle.

Tampoco es evidente que se tenga que distinguir entre problemas y tareas. Pero espero que notes la utilidad de notar la diferencia.

Notando la diferencia

A veces llamamos problemas a tareas que se realizan rutinariamente. O tratamos a quienes resuelven problemas como si estuvieran realizando tareas rutinarias.

Para no formar falsas expectativas, es importante distinguir qué es una tarea y qué es un problema.

Cuando te enfrentas a un problema, sueles encontrar un no dándote el primer encuentro. Este no, muestra que la respuesta no es evidente y aclara que no se trata de una tarea.

Si fallas al realizar una tarea, es que en realidad se trataba de un problema.

Entonces, casi como por instinto, pasas a preguntarte cosas. Si hay algo que se parezca a alguna tarea que conoces. Quizás resolviendo eso primero se aclare cuál es el siguiente paso. O tal vez se trate de dividir el problema en partes conocidas. O, a lo mejor, se pueda expresar alguna parte en términos de algo que ya conozca.

Intentas, fallas, pruebas otra cosa, aciertas, y así vás construyendo un camino hacia la solución.

Cuando realizas una tarea, no aparecen ese tipo de preguntas. Si aparecen, entonces no es una tarea, sino un problema.

Resolviendo

Resolver un problema requiere un trato diferente que realizar una tarea.

Resolver un problema requiere ciertas habilidades adicionales a las que se necesitan para realizar tareas.

Debes ser capaz de aceptar un reto, de imaginar alternativas, de probar un plan y fallar en el intento, de reconocer la información que un intento fallido te puede estar dando, de ubicarte en ese viaje.

Estimando

¿Cuánto tiempo te toma hacer una tarea? Tanto tiempo.

¿Cuánto tiempo te toma resolver un problema? No lo sé, depende del problema.

Pero, un momento, ¿en los exámenes, acaso no hay problemas que hay que resolver en cierto tiempo? Sí, pero en realidad no son problemas para quién propone la prueba, que ya los ha resuelto tantas veces que sabe cuánto es lo que se suele tardar en resolverlo. Sería más correcto llamarlas preguntas.

Un estudiante que no ha estudiado el tema ni practicado preguntas similares, puede tardar mucho más tiempo en resolver una pregunta, porque para él sería realmente un problema. En cambio, otro estudiante, que ha estudiado el tema y practicado ese tipo de preguntas hasta que le resulten tareas, tardará mucho menos.

Puedes ser muy habil realizando tareas y saber cuánto te toma hacerlas. Pero ¿qué pasa cuando te enfrentas a cuestiones cuya respuesta no es evidente?.

Resolver un problema no es un tour al mercado de un pueblo conocido, sino un viaje de exploración. ¿Cuánto tiempo te tomará entrar al bosque desconocido y encontrar allí la fruta que me gusta?

No se puede presupuestar un problema. Sólo se pueden presupuestar tareas.

Si necesitas presupuestar un problema, busca a alguien para quien ese problema sea solo una tarea. O que maneje el proceso para convertir problemas en tareas.

Agile

En el desarrollo agile se trata de tomar un problema y determinar tareas lo más pronto posible para poder presupuestar sobre eso.

Para resolver un problema, se asigna una cantidad pequeña de tiempo y recursos para dar un pequeño paso cada vez. Es como una apuesta. Puede que alcance para resolver algo, puede que no, pero es un riesgo limitado y calculado. Viendo el resultado, podemos decidir si volvemos a apostar por lo mismo o cambiamos de número.

Preparación

Saber cómo manejar un problema es importante, pero hay que reconocer que si no hay alguien capaz de realizar las tareas que surgirán, el problema no se podría resolver.

Familiarizarnos con las tareas nos da más oportunidades de encontrar cosas conocidas al enfrentar un problema.

Nuestro repertorio de tareas conocidas puede ser visto como un vocabulario que nos ayuda a expresar una solución.

Conocer más número de tareas ciertamente puede ayudar. Pero, igual que con las palabras del lenguaje, es importante saber usar eficazmente aquellas que tengamos disponibles.


Herramientas

Es común que se entregue un problema a alguien y se lo deje solo, a ver cómo lo resuelve. Y lo resolvemos, a veces sin saber exactamente cómo. Así aprendimos a interpretar el mundo, a hablar, a tratar con otras personas y situaciones.

Sin embargo, puede ser útil visualizar las cosas que usamos cuando resolvemos problemas. Estas son las que yo suelo distinguir.

Contexto. Es un conjunto de consideraciones que tenemos en cuenta a la hora de tratar con algo. Para abstraer, quitamos consideraciones. Por ejemplo, al tratar con formas geométricas, podemos dejar de lado el peso o el color. Tener claro el contexto y saber aplicar abstracciones ayuda a resolver problemas.

Analogías. Es encontrar un contexto paralelo que ya conozcamos y representar allí nuestro problema, resolverlo, y luego volver al contexto inicial para representar allí la solución.

Semejanza. Así abajo como es arriba. Es encontrar analogías dentro del mismo contexto. (También se podría decir que una analogía es una semejanza entre contextos.)

Patrones. Son como figuras que vemos repetirse en diversos contextos.

Conclusión

Resolver problemas es una actividad que requiere una disposición mental y unas habilidades distintas a hacer algo rutinario.

Pienso que muchas trabas y malentendidos en el desarrollo de proyectos se deben a que no se entiende está diferencia de la actividad creativa.

Creo que hacer la distinción entre problemas, como algo cuya solución no es evidente, y tareas, como una actividad plenamente determinada, es útil para visualizar mejor lo que tenemos frente a nosotros. Para resolver el problema de los problemas.




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