Porque los programas están construyendo tu vida
En la Edad Media, la gente recurría a escribientes para que les redactara sus escritos.
Cosas como Actas, Títulos, Leyes, Poemas, Cartas, Cosas Importantes.
Mientras la demanda estuvo limitada a religiosos y nobles, los escribientes fueron suficientes.
Cuando la gente aprendió a usar los escritos en su vida, la demanda aumentó, y los escribientes que había no eran suficientemente numerosos ni suficientemente rápidos para redactar lo que les requerían.
En el mundo actual, la gente recurre a los programadores para que les haga sus programas.
Mientras la demanda estuvo limitada al gobierno y las empresas, los programadores fueron suficientes.
Cuando el Internet acelera a que la gente use los programas en su vida, la demanda de programadores aumentó y ya estamos notando que no son lo suficientemente numerosos ni lo suficientemente rápidos para hacer los programas que queremos.
(Sí, quizás es mejor dar un paso atrás e imaginar que no eres un programador para tener una perspectiva más amplia de estas cosas).
¿Qué está pasando ahora?
Los escribientes están mejorando sus técnicas para crear escritos.
Como ha quedado patente, casi nunca el cliente sabe cuál es exactamente el mensaje que quiere que se escriba, eso se va descubriendo en el camino, iterativamente, de manera ágil.
En realidad, hay un conjunto de técnicas de redacción defensiva y buenas prácticas para facilitar cambiar las cosas si el cliente de pronto cambia de opinión sobre algo. (Quizás ya no quiera mandar el poema a Rosa sino a María. Quizás no quiere un tono tan formal, etc.)
Por supuesto está la cuestión de la calidad. Es bien sabido que es mejor recibido un mensaje bien presentado, así que elegimos el mejor pergamino y las mejores tintas. También cuidamos el estilo de la letra y el arte de las iluminaciones que van alrededor.
Cada cierto tiempo se prepara un pergamino con la caligrafía y las iluminaciones propias del final, para que el cliente vaya evaluando el resultado. Esto es gracias a que los avances tecnológicos han permitido abaratar enormemente el costo de los pergaminos y la tinta.
Los escribientes más vanguardistas han optado por indagar en el destinatario (Rosa o María) para estar seguros que el mensaje será el que les gustaría escuchar en primer lugar. El tipo de letra y papel o pergamino que les guste, los colores, etc. y así tener una mejor experiencia de usuario.
Pero la demanda sube y sube y los programadores escribientes no se dan a basto.
Muchos están tratando de automatizar algunas cosas, creando formatos con espacios en blanco donde pueda ir el mensaje customizado.
Hay quienes invierten en mecanismos de relojería capaces de tomar las plumas y la tinta y reproducir la caligrafía de los escribientes de manera asombrosa, pero aún es una solución demasiado sofisticada y cara.
También hay por ahí un tipo proponiendo el uso de unos moldes de letras y tipos movibles.
Bueno, como habrás notado, estamos en el siglo XXI con un patrón de problema del siglo XV.
Sabemos cómo sigue la historia.
Sí, la imprenta fue algo muy importante que ayudó a difundir más fácilmente los textos. Pero lo que realmente cambió al mundo fue que la gente estaba usando textos para cambiar su vida.
El conjunto papel y lápiz, pergamino y tinta fue potenciado por la imprenta.
Hoy hay sistemas equivalentes a pergaminos caligrafiados. Con escribientes defendiendo con su corazón por qué usar ese tipo de pergamino y tinta, y ese tipo de caligrafía. Casas de escribientes tratando de tener a los mejores o formarlos lo más pronto posible, porque el mercado no espera.
Curiosamente, nadie parece preocuparse por dar a la gente papel y lápiz que pueda usar sin necesidad de ser educado en las artes de escribiente.
Porque eso es lo que necesitamos ahora. Una herramienta que permita programar a cualquier persona, sin necesidad de ser educada en las artes, o la profesión, de la programación.
Sí, Internet es algo muy importante que ayuda a difundir más fácilmente el conocimiento y a comunicarnos. Pero lo que realmente está cambiando al mundo es que la gente está usando a los programas para cambiar su vida.
Necesitamos dejar de depender de escribientes que lo hagan por nosotros. Necesitamos nuestro propio papel y lápiz para programar nosotros mismos el mundo que imaginamos.
Escribir no es solo un arte o una profesión; es un derecho. Igual programar.
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